EL NIÑO CAPRICHOSO
Erase una vez un
niño al que no le faltaba de nada y que era pedir cualquier cosa y enseguida lo
tenía.
En el mes de
Mayo quería que llegasen los Reyes
Magos, pues quería tener muchos regalos. El niño lloró, pataleó, chilló… Pero
los Reyes Magos no atienden a caprichos y ahí se quedó todo.
En Junio fue su
cumpleaños y sus padres le regalaron muchísimas cosas, todo lo que el niño
deseó, le regalaron tantas cosas que no cabía ni un alfiler en el maletero del
coche.
Parecía que el niño
ya estaba conforme y contento, porque al menos en un día no pidió más cosas.
Los días fueron
pasando y por fin llegó Navidad. El niño les escribió a los Reyes Magos una
larguísima lista de regalos. Los Reyes que son buenos, inteligentes y sobre
todo magos le regalaron un perrito para que el niño tuviese un poco de trabajo
y más responsabilidades, pero el niño no lo quiso, él quería todos, todos los
juguetes que veía en televisión.
El niño como era su
costumbre no paraba de llorar, chillar,
patalear, gritar e ir detrás de sus padres para que le comprasen todo lo
que él quería. Sus padres no sabían qué hacer, intentaron convencerle de mil
maneras, diciéndole que jugase con los juguetes que tenía, pero el niño quería
juguetes nuevos.
Los Reyes Magos que
vieron y escucharon las quejas del niño se enfadaron muchísimo y decidieron
darle un escarmiento. Al día siguiente
cuando el niño se despertó todos sus juguetes habían desaparecido. El niño echó
de menos a sus juguetes y se lamentaba de no haberlos querido lo suficiente.
Desde aquel día cuando le regalaban algo lo apreciaba y lo cuidaba como si
fuese un tesoro.
Y colorín, colorado
el cuento de 3ºA se ha terminado.